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Bahía de Ítaca

Ha estallado la primavera / Antonio Regalado

     

                             

Eta no ha podido superar la masacre del 11-M. Ha tomado la decisión más difícil para el Gobierno: la negociación. El anuncio del alto al fuego permanente ha teñido la primavera de esperanza. Hay una contradicción evidente en las reivindicaciones de ETA. Habla de un alto al fuego… permanente. El alto al fuego, siempre es temporal.
El término paz, en todo caso, ha inundado en este miércoles grisáceo el Parlamento. ¿Quién puede oponerse a que la paz estalle sobre el horizonte? Nadie puede anhelarla  más que las victimas y sus familias y toda la sociedad española, castigada durante cuatro décadas. Pero…  que nadie se embriague por este adiós a las armas porque este no es el fin de la banda terrorista. Ni de nada. Estamos en otro escenario, nada más.
El presidente del Gobierno llegaba minutos antes de las cuatro de la tarde y atravesaba el pasillo del Congreso camino de su escaño, rodeado de toda la “fontanería” monclovita, que se mostraba exultante. Zapatero caminaba con paso firme. Su rosto reflejaba toda la tensión de la jornada. Abierta la sesión por el presidente Manuel Marín el líder de IU, Gaspar Llamazares cambiaba su pregunta sobre la Ley de la Dependencia “porque hoy en España es más importante la dependencia desgraciadamente todavía de la presión, del terror y de la violencia”. El presidente habló de cautela, de prudencia y reiteró ante la Cámara que el proceso de paz después de tantos años de terror, será un proceso largo y difícil, difícil y largo. “Por tanto, creemos  -señaló el JLRZ- creo que a ese proceso estamos convocados y todos obligados”.
El cambio más significativo se notó en su actitud con Mariano Rajoy. Y viceversa. Por la mañana, ZP le había telefóneado;  han quedado para hablar el próximo martes y, el líder de la oposición aparcó su pregunta sobre el Estatut y se ciñó a la actualidad: “Primero –dijo el presidente del PP- no se puede negociar políticamente ni pagar ningún precio político y segundo, el Estado de derecho tiene que seguir funcionando y aplicando la ley. En estas condiciones brindo mi apoyo y el de mi grupo al Gobierno de la Nación para no pagar ningún precio , para apoyar a las víctimas y mi más estrecha colaboración dentro de los principios que marca el Pacto por las libertades y contra el terrorismo”.
Rajoy no hizo  pregunta alguna y regaló 51 segundos de su tiempo. El presidente, conocedor de que el comunicado de ETA ha cambiado el escenario de norte a sur, utilizó un tono moderado, casi intimista, bien distante del de hace tan sólo ocho días en el mismo escenario. En el hemiciclo, al filo de las cuatro y diez de la tarde, JLRZ, sorprende a la concurrencia, con este Inicio. “Señor Rajoy, quiero expresar nuevamente mi confianza plena en la democracia, en las instituciones, en el funcionamiento de la Constitución, de los valores de la libertad. Tenemos por delante –proseguía el jefe del gobierno- un proceso de trabajo que  exige prudencia, calma, serenidad y voluntad de todos; el gobierno va a hacer todo lo que esté a su alcance para abordar esta cuestión entre todos y muy especialmente con usted; muy especialmente con el principal partido de la oposición. Nos han separado muchas cosas en los últimos tiempos, pero tengo el convencimiento y la confianza en ustedes igual que en todos los españoles. Señor Rajoy, quiero expresarle desde aquí que mi actitud va a ser de máxima colaboración para que podamos ver ese horizonte de esperanza que nos una. Créame, tengo confianza en ustedes, que ha luchado mucho por el fin del terrorismo, que han sabido mantener principios de libertad y principios de democracia y de la Constitución. Como todos tenemos esos  valores, ese mismo deseo y el mismo afán… (Aplausos)
(El señor Presidente: Lo siento, señor presidente. Me veo obligado a concluir). Y Marín, inoportuno, reglamentista, burócrata, cortó de raíz el final del alegato de Rodríguez Zapatero cuando el pleno guardaba un silencio sepulcral. Todos estábamos allí pensando que hay un antes y un después de este comunicado… Y don Manuel Marín, una vez más,  no estuvo a la altura…
Mientras la vicepresidenta De la Vega fustigaba a Zapalana y a Acebes con respuestas al Estatuto y a la inmigración, respectivamente, el presidente preparara en la sala de Gobierno, anexa a la de Pasos Perdidos, el comunicado oficial dirigido a la sociedad española, en la que pedía unidad, ofrecía apoyo a las víctimas y hacia un llamamiento a la sociedad vasca para llegar al fin de la violencia.
Los pasillos eran un hervidero tras el mensaje de ETA, un mensaje al pueblo vasco, no lo olvidemos, con las recomendaciones de siempre; en resumen, leyendo el comunicado lo más significativo es que, por vez primera, o leía una mujer encapuchada. Algo está cambiando en la organización del hacha y la serpiente. Si releemos con atención, comprobamos que las condiciones están claras y son innegociables: soberanía, autodeterminación, territorialidad, anexión de Navarra, la exigencia a Madrid y París para que no se interfieran en lo que decidan los vascos y dejen a un lado la represión.  Más de lo mismo. El chantaje sigue. La pelota la tiene ahora en el tejado el presidente del Gobierno y el Parlamento. Las reacciones de Ibarretetxe a Carod Rovira son de esperanza. Pero que no nos ciegue la pasión del momento. Paz es una hermosa palabra pero la clave de todo el proceso se llama libertad. Y de eso, nada se dice.
¿Va a negociar el presidente? ¿Con quien? ¿En la mesa que proclama el lendakari? ¿En dos diferentes como propugnan los radicales? ¿Estamos ante una oportunidad para el final del terrorismo? Lo importante son los hechos. Y Eta nos ha engañado demasiadas veces. La democracia no puede rendirse en una mesa con nacionalistas y etarras mientras se pide la  ‘neutralización” de los agentes (Fuerzas de seguridad, magistratura, Ejecutivo, etc…)  La carta de ETA ampliando detalles nos dirá si no se trata nada más que de otra tregua-trampa. ¿Van a terminar las extorsiones, los secuestros, el impuesto revolucionario, las amenazas, la kale barroca, las intimidaciones y el  miedo?
Zapatero ha girado –como buen estratega- su actitud beligerante con el PP porque aquí lo importante no es llegar solo ni pronto, sino juntos y a tiempo. Y para esta travesía ningún compañero de viaje mejor que el principal partido de la oposición. Del encuentro Zapatero-Rajoy, en Moncloa, el próximo martes, sabremos si el líder de la oposición sale tranquilo o más confundido que nunca. La prueba del algodón es sencilla: saber si de esa entrevista surge una reunión del Pacto Antiterrorista.
No hay que brindar ni lanzar las campanas al vuelo. Mañana, mañana, será otro día. Unos encapuchados no pueden darnos lecciones de democracia. Que callen las pistolas siempre es bueno, pero no olvidemos ni a los muertos, ni a sus familias, ni al dolor acumulado, ni a la posible impunidad, ni a la injusticia,  ni que el Estatut acaba de pasar el ultimo trámite en el Congreso antes de que lo consagre el Pleno. Todo está ligado.   
El gesto de ETA puede suponer un pulso inmediato al Gobierno para que legalice a Batasuna de cara a los comicios municipales del próximo año, que suavice las condiciones de los presos, incluido el acercamiento al País Vasco o que Otegui pase de ser un procesado con un pié en la cárcel al máximo interlocutor en la mesa de negociaciones. Un héroe. Hay que desconfiar serenamente. ¿Quién defenderá la integridad de Navarra?  ¿Qué hará Chirac? Reitero, hay que desconfiar. Serenamente.   Y ojo al PNV que está celoso porque esperaba la tregua el Día del Aberri Eguna, allá para el domingo de Pascua.
En Madrid este miércoles de la esperanza, amaneció frío, llovió ligeramente, se apagó el sol a media tarde, llovió de nuevo desganadamente y lució el sol hasta el atardecer.  ¿Ha estallado la esperanza? La realidad política ha cambiado radicalmente; la crispación de estos últimos meses se ha tornado en una espera… que a todos nos afecta. Se puede decir cualquier cosa de este país nuestro pero no que le inunde el aburrimiento. El aburrimiento político…
“No hay caminos para la paz, escribió Ghandi; la paz es el camino…”   Lo más importante, es el acercamiento PP-PSOE. No es poco.  Los escépticos  -discupen las molestias por el titular- necesitamos más tiempo para creer. Y más hechos. Pronto. Nada nos alegraría más que ver el final de los terroristas. Incluso dialogando. Sin que se resienta la Constitución.  El panorama es demasiado hermoso… para ser verdad;  pero ¿Eta va a dejar las armas y se entregará con los brazos en alto como pronosticaba JoséBono?
Es el momento de alinearnos todos con el presidente del Gobierno. Apoyémosle en las decisiones que tome desde la unidad democrática.  Demos -démonos-  una oportunidad a que la libertad se instale en toda España. Definitivamente.



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