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Bahía de Ítaca

continuidad o cambio / antonio regalado

Los partidos políticos, (PSOE, PP e IU),  cierran listas en la geografía castellanomanchega de cara a los comicios locales y autonómicos del 27 de mayo.  Resulta curioso que el partido en el Gobierno no haya nominado aún a sus candidatos a la Junta y a las alcaldías de Cuenca y de Toledo.       

El presidente José María Barreda no ha querido que el Comité Federal le designe junto a los nueve compañeros 'candidatables'. Claro, que  en su circunstancia, gobernar en solitario, solo se encuentra él. Sus homólogos de Aragón y Asturias lo hacen en coalición. El caso de Cataluña ya hemos visto que es excepcional. Y Galicia y Andalucía tienen su propio calendario.       

 Bien, Barreda ha querido distanciarse de sus compañeros porque cree que su nominación debe llegar de abajo arriba; es decir, desde las bases socialistas regionales. Es un distanciamiento calculado pero que le permitirá asegurar -y con razón- que 'a él no lo nombran a dedo desde Ferraz' sino, voto a voto, en Castilla-La Mancha.  Y donde dice distancia hay que entender independencia.        

Desde el  primer momento, el inquilino del Palacio de Carlos I, se ha desmarcado de las formas de hacer política de José Bono y hoy. con humildad, camina libremente por su propia hoja de ruta. Nadie podrá acusarle de ser un discípulo aventajado del ex ministro de Defensa.  Su centrismo  (y su moderación) serán sus mejores armas frente al PP. Porque la victoria en nuestra Región pasa por el centro. Y Barreda, si examinamos sus discursos y sus hechos,  bien puede ser calificado como un socialista de extremo centro. (O de centro extremo). Pisa tierra firme y por eso marca sus tiempos y sus ritmos. Quizás haya  considerado que la 'nominación' le imprimía cierta provisionalidad al cargo y no quiere caer en la tentación de que cada acto de gobierno sea reinterpretado en clave electoralista.    

El caso de Cuenca, es extraordinario, dada la personalidad de  Martínez Cenzano, un 'barón local' con fuerza propia   y mando en plaza para haber abrazado la misma doctrina del presidente. Parapetarse en que se lo está pensando todavía  es, cuando menos,  una mentira piadosa para crispar a la oposición. El 'alcaldable' a Toledo por el PSOE no es otro que el vicepresidente Emiliano García Page que está apurando el cáliz del poder hasta el último sorbo.¿Aguantará justo hasta el mismo momento de la presentación de candidaturas, el 27 de marzo? No es previsible.  Tampoco puede hablarse de crisis de gobierno si Barreda tiene que remodelarlo para colocar en listas comprometidas a algunos consejeros. El problema de Toledo es que se gana siempre por un puñado de votos. Y cada día que pasa, Molina se consolida.  Seguir gobernando hasta agotar la legislatura -en Fuensalida o en el Ayuntamiento de la capital toledana- no hay que entenderlo como la 'caza furtiva' de votos. Desde el poder todo es más fácil para el que lo ostenta legítimamente.    

Las encuestas de última hora, (52,4 por 100 de votos para el PSOE (24-27 escaños frente al 42,1 % del PP, 20-23 escaños) confirman que el horizonte  no se moverá demasiado pese a que los  populares, con  Dolores de Cospedal a la cabeza, han reducido distancias (de 20 a 10 puntos) sobre los socialistas. Claro, que partían del abismo y lo difícil está en remontar la desventaja hasta alcanzar la victoria. El último punto, el 'Macht point' es el más difícil de ganar.  La ilusión por el cambio es grande pero no suficiente. El Estatuto y el agua en particular, podrían anegar las mejores esperanzas; o dicho en chino: excava el pozo antes de que tengas sed. El proceso de paz influirá también si ETA rompe el alto el fuego.         

Descartada la coalición IU, -que, de momento no consigue regresar a las Cortes-,  los socialistas trabajarán para que no haya cambio. A la presidenta del PP, Dolores de Cospedal le corresponde romper  y olvidar el pasado. Una oportunidad con  los días contados. Hemos entrado definitivamente en la cuenta atrás. La primavera tardará en llegar lo que dure el invierno. No hay que relajarse  ni en Navidad. La historia de los próximos  cuatro años en Castilla-La Mancha se escribirá con dos palabras: continuidad-estabilidad (Barreda) o cambio-rebeldía (Cospedal). Quien gane gestionará los destinos de nuestra tierra hasta el 2012. Los castellanomanchegos tienen otra vez el derecho a decidir en libertad para ensanchar la democracia.    

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