el gran iceberg / antonio regalado

La violencia escolar ya está aquí. Los expertos creen que se trata no de una bola de nieve sino de un iceberg. Lo peor del problema está por debajo y está  por llegar. El Senado ha creado esta semana una ponencia que, el próximo mes de junio, deberá emitir un informe con conclusiones vinculantes para el  Ejecutivo y las CCAA. Las causas son varias, entre ellas, la excesiva protección de los padres hacia los hijos. Palabras como principios, responsabilidad, ética, austeridad, esfuerzo, igualdad de oportunidades o disciplina se nos han caído del diccionario.    

Ya nadie estudia Urbanidad y buenos modales. Ni tan siquiera la Constitución Española que es un espejo de tolerancia. Hemos perdido el respeto al maestro.  Y algo esencial: se han trastocado los valores. Vivimos en una sociedad consumista, hedonista y sobre todo, anticatólica. Se aprueba por tener edad, no por saber.  El aburrimiento y la televisión siembran el futuro de miedos. Y esto se traduce en violencia: en la calle, en el deporte, en las aulas, en casa.  La fragilidad de la familia está en el origen de este iceberg social, interrelacionado con el consumo de drogas.   

Los ponentes coincidieron en que el consenso es la base de este empeño que ocupa y preocupa a la administración y a los padres. ¿Será delito pegar al profesor? ¿Se rebajará de 18 a 16 la edad penal? ¡Ah¡ No me toquéis al nene, argumentan los defensores del menor.     

Aún tenemos empotrado en la memoria el suicidio de Jokin, en Irún. Las estadísticas confirman que la tiranía juvenil no conoce fronteras. La filmación de palizas con el móvil para colgarlas en la Red se produce a diario. ¿Sabían ustedes que jóvenes del País Vasco  acuden escoltados a colegios e institutos? Lo contó en sede parlamentaria el portavoz del PNV Javier Maqueda. Uno de cada cinco profesores en España sufre depresiones. Antes había sido amenazado. Y los alumnos agresores, sin castigo. No se puede esperar otra cosa de una sociedad del despilfarro que crea sujetos con más derechos que deberes.