inyectadas en vena / antonio regalado

A José Bono le ha sentado el descanso político estupendamente. Reapareció en el piso quinto del Edificio de Bellas Artes, esquina a Alcalá, sonriente, sereno, tranquilo y más cautivador que nunca. La presentación del libro fue un efecto llamada para la prensa como si hubiera llegado en el último cayuco a la tierra prometida.  A las presiones de Prisa, Moncloa y Ferraz para que gane la batalla por Madrid en primavera, ha contestado: “es un honor; estoy a disposición del presiente y del partido”. Es decir, en primer tiempo de saludo.   

José Luís Rodríguez Zapatero accedió a que se saliera del gobierno, y ya le advirtió que contaría con él para otros cometidos políticos. Bien, parece que ha llegado la hora. Han pasado seis meses y un día y Bono se perfila como la gran esperanza blanca de los socialistas.     

De sus palabras se desprende que se halla ante una decisión difícil y que el tiempo se agota. Conciliar familia y servicio al partido, es una decisión infernal para un hombre que lleva la ambición política  y la lealtad a la causa socialista inyectadas en vena. De momento, con su declaración de intenciones,  le ha dado hilo a la cometa del PSOE hasta final de mes y, como escribió Winston Churchill, la cometa sube más alta cuanto más fuerte es el viento en contra. Convencer a Ana y a sus hijos para volver a la lucha “fratricida” frente a  su amigo Alberto Ruiz Gallardón –el rival más difícil- será, quizás, la peor encrucijada. Pero ben sabe el ex presidente castellanomanchego que las batallas que no se dan ya están perdidas y, sobre todo, que en las bifurcaciones, siempre hay que elegir el camino más difícil.                

La ambición en política es noble cuando se acompañan de fe y de convicciones. Y Bono va sobrado de principios  tras su paso por la vida civil. Ha saboreado  medio año las mieles vacacionales y la proximidad de la familia y los amigos. Eso que a él le gusta reitera de que, efectivamente,  “hay vida más allá de la política”. Madrid es un caramelo envenenado pero que hay que saborearlo, sorbo a sorbo, para que el triunfo final reverdezca en 2008. JLRZ lo necesita más que respirar. Y Bono lo sabe.    

Gallardón al conocer la noticia ha dicho que “no tiene proyecto”. Ni falta que le hace. Bono es el proyecto.  Personalmente me resisto a creer que acepte el encargo –el honor, naturalmente- de encabezar la lista del PSOE por Madrid. En todo caso, si no aceptara, su sucesor quedaría ‘marcado’ para el 27-M. Y Bono, lo ha repetido por activa y por pasiva, “siempre estoy con los nuestros”. La lealtad a veces es un arma letal practicada en clave personal. No será fácil apartar de él ese cáliz electoral. En esta ‘rentré’ literaria se notaba que lo que más le gusta –todavía- es que le quieran. Al fin y al cabo, la vida se reduce a cuatro palabras: amar y ser amado.