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Bahía de Ítaca

la realidad nacional del oro verde / Antonio Regalado


El aceite de oliva es el producto que más ha subido en la cesta de la compra en los últimos doce meses; concretamente un 44 por 100. Para entendernos: ha cuadruplicado casi a la vivienda. Un litro de aceite virgen extra cuesta hoy lo que cinco de gasoil. Un objeto de deseo. Increíble. La escasa cosecha y el tirón mundial le convierten en el producto alimentario de más proyección en el futuro. ¿Estamos ante una nueva etapa del oro verde? ¿Ante una nueva divisa global? ¿Nos encontramos ante un nuevo patrón en la gastronomía? De momento, las noticias más preocupantes nos llegaban del sur. Y con sabor amargo: siete almazaras han sido atracadas en los últimos días. Solo en una de ellas, en la cooperativa Nuestra Señora del Rosario, de Humilladero (Málaga) se llevaron 120.000 litros en camiones cisterna.

Los robos se producen en serie, de cnoche y sin dejar huella. Son más rentables que atracar bancos. Y menos peligrosos. Algo parecido sucede con las perfumerías. La cantidad de aceite perdida es tan grande que la policía y los olivareros creen que se trata de robos por encargo. Los ladrones utilizan sierras eléctricas, bombas a presión, palancas automáticas y muchos, muchos metros de manguera para "succionar" el oro verde desde los depósitos. Verdaderos profesionales. Las grandes marcas, al igual que los bancos, por problemas de marketing y prestigio, prefieren no denunciar los casos. Los "cacos" podrían vengarse insinuando que han introducido algún componente tóxico y los consumidores no volverían a comprar el porducto en mucho tiempo. No es que haya un pacto de silencio entre los damnificados pero prefieren eludir la publicidad.

El aceite es algo más que el fruto exprimido de la oliva. Es una forma de vida. Al igual que el coñac, el aceite no se bebe; no, se huele y se paladea. La primera molturación, tras la recogida y antes de 24 horas, es la que contiene sabor de la vida en plenitud.

Ya escribimos en estas páginas hace unos meses que el legendario árbol del olivo nos retrotrae a Noé, a la paloma y al Arca de la Alianza es símbolo de paz. El aceite es alimento, ungüento o combustible para lámparas… Es interesante conocer que en Babilonia, al médico se le conocía como "usu", es decir, conocedor de aceites. La tradición sitúa en Oriente Próximo y en la Edad de Bronce (4000 años a.C.) el origen de este producto.

En todo caso las dos orillas del Mediterráneo han visto transportar, ora en odres, ora en ánforas de cerámica, aceites griegos y fenicios. Hasta existieron barcos "aceiteros", sin doble, caso, naturalmente. Ahora se lo llevan crudo en cisternas de más de 20.000 kilos.

En plena Semana Santa, coincidiendo con la sangría en las carreteras la "Operación Colesterol" desmantelaba en Cataluña una red fraudulenta que vendía aceite de girasol como si fuera de oliva. El negocio salía redondo. Y sin riesgo real para la salud. Se incautaron 700.000 litros y se detuvo a siete personas. La policía sigue pistas fiables en el caso andaluz. O por decirlo en términos políticos "una realidad nacional" de mafias organizada. Ojala les de alcance.

La Junta de Andalucía guarda silencio amparándose en que no tiene competencias de seguridad. El asunto es poco electoral, lógicamente. El panal de aceite ’virgen extra’ se ha transformado en el negocio más rentable a corto plazo. Y ya están aquí los zánganos. Los aceituneros están preocupados porque puede adulterarse y fomentar un mercado negro peligroso para Hacienda y, sobre todo, para el consumidor. ¿Qué pensarían los andaluces de Jaén, aquellos aceituneros altivos que cantara Miguel Hernández? "… decidme en el alma, ¿quién, quien levantó los olvios? No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada y el trabajo y el sudor. Bien, pues ahora los levantan los nuevos piratas que van a tiro hecho. Y no solo en las almazaras, también se llevan las aceitunas tras varear el árbol con "zumbadoras" que no dejan rastro.

Duele leer al poeta de Orihuela. ¡Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna, pesan sobre vuestros huesos¡ Que poco valor tienen ya -aquí ahora- aquellos versos profundos cuando Miguel preguntaba quién amamantó los olivos. Y se contestaba. "Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador/ que se enriqueció en la herida generosa del sudor. No la del terrateniente/ que os sepultó en la pobreza, que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza".

Ahora los explotadores son mafiosos con Mercedes y GPS. Que no falte el GPS para una honrosa retirada. Nunca tan pocos hicieron tanto dinero en menos tiempo. Hablamos de mafias porque ese aceite virgen extra luego hay que llevarlo a la carrera del consumo, interior y/o exterior. En suma, estamos ante un nuevo tipo de delincuencia organizada. Y este país nuestro, llamado España, siempre en vanguardia, liderando el porvenir… España iba bien con Aznar. Con ZP no puede ir mejor. Y eso que estamos en el ecuador de la Legislatura. Y Rajoy, como dice Mas, don Artur, sin querer entrar en el futuro colectivo… El aceite sigue siendo, no lo olviden, el sabor de la vida…

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