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Bahía de Ítaca

solo faltaron los besos/Antonio Regalado

   El Senado dio un impulso decisivo a que nuestra ciudad se convierta dentro de 12 años en la sede de la Exposición Universal de la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Una compensación moral por tanto  golpe bajo recibido tras el desguace del Archivo.
    El pasado martes, en la mitad de la tarde, estalló el consenso, la unanimidad, el asentimiento. Solo faltaron los besos. La moción -la sugerencia al Gobierno- fue suscrita por todos los grupos de la Cámara Alta. Abrió la sesión Nuria Alexandre, de CiU,  como si fuera traduciendo sus pensamientos  simultáneamente del catalán; bien oiréis lo que decía. "Es un apoyo a los salmantinos, no porque pretendamos compensar nada, que no hay nada que compensar. La apoyamos porque la creemos justa". Nos recordó que ya entonces, hace ocho siglos, en la más antigua universidad del Estado español, se podía estudiar  Derecho Romano, Justiniano, leyes decretales, pontificias, cánones, teología y metafísica, medicina de Galeno e Hipócrates, filosofía aristotélica, a Euclides y Ptolomeo en Astrología y Matemática, además de los clásicos latinos y griegos.
   El peneuvista Francisco Maqueda se amparó en Gracián: "manifestamos nuestro apoyo total a la moción a pesar de las manifestaciones del alcalde de la ciudad, Julián Lanzarote contra la actitud del Gobierno central apoyando la causa".  El portavoz de Entesa, Miguel Bofill se pronunciaba así. "l’Entesa Catalana de Progrés dôna el seu suport a la designació de Salamanca como a la seu d’una Exposició Universal de 2018". Reivindicó Bofill que también en la lengua catalana se usa la expresión "si vols saber vés a Salamanca".
    En el horizonte del hemiciclo, Fray Luis de León (que era de Cuenca, por cierto); Nebrija, Salinas, Francisco de Vitoria, Abrahamn Zacut y Unamuno. Honores especiales para el fundador de la Universidad, Alfonso IX, de León.
    Luego, a cosa se volvió casera. El senador socialista José Castro Rabadán aprovechó el momento de gloria para recordar -sin acritud, eso sí- que cuando el PSOE propuso esta idea en la campaña electoral de 2003  el PP la clasificó de ocurrencia. Pelillos a la mar, se extendió después en repasar la historia de nuestra universidad con su proyección hispanoamericana planteando el reto como una ilusión y un compromiso.
   Cerró plaza el popular José Muñoz Martín. Con su erudición dejó boquiabiertos a sus señorías. Se remontó a la carta otorgada de Alfonso X, a  las bulas de Alejandro VI, al sello de los Reyes Católicos -reconoció que Palencia fue la primera- e incluso nos rescató de la memoria este dato fechado en 1571:  el mejicano don Diego de Castilla llegó a Rector. "Salamanca docet", Salamanca enseña, fueron las últimas palabras del senador salmantino, aplaudidas desde la banca popular, en especial por sus compañeros Maria Teresa Cobaleda y Francisco Javier Iglesias.
 
   ¿Se puede entender aprobada [la moción] por asentimiento?, preguntó el señor Presiente. (Pausa). "Queda aprobada".  Y e esta manera Salamanca remontó el vuelo tras los varapalos parlamentarios de los últimos meses. Juntos mejor. Imparables hacia el 2018.

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