desayuno con carod / antonioregalado

Las tres lámparas de araña de finales del XIX, con treinta puntos de luz cada una apenas iluminan el Salón de Tapices del Senado. Llega con el libro "Hierbas aromáticas y Especias", de Martín Durruti (Editorial Pirámide) y un apéndice del mismo autor sobre "La Ortiga". Carod Rovira, se sienta en el centro de la larga mesa ovalada, flanqueado por la presidenta de la APP, Maria Rey y su portavoz en la Cármara Alta, Carles Bonet. Comienza su predicamento explicando su postura coherente ante el Estatut: "Nosotros decimos hoy lo mismo que el 30 de septiembre; otros no. Nosotros no hemos traicionado a nadie"". Habla castellano con una dicción perfecta; pareciera un diplomático de larga carrera. Uno puede o no estar de acuerdo con sus ideas pero las tiene claras: "Este seré el último estatuto; no podemos pasarnos la vida gastando tantas energías negociando y negociando". Dice haber asumido el 85 por 100 de los contenidos pero "es el que el 15 por 100 es, para entendernos, la electricidad; sin energía nada funciona". Por tanto, en ERC son conscientes de que "el resto" hay que arañarlo modificando la Constitución, apurando las competencias delegadas o mediante leyes que les amplíen el autogobierno. El desayuno no es en Tiffany´s ni hay diamantes: solo agua, café cargado, pastas y naranjas. Y calor, mucho calor, porque nos hemos concentrado demasiados periodistas en la cita. Un récord. Le pregunto si va a reivindicar el texto de máximo salido del "Parlament" y, a continuación exigirá la soberanía y la independencia. Se esconde en la ironía y me remite a los principios fundacionales de ERC, en marzo del 31: "Aspiramos a construir la República Democrática de Cataluña". Se duele de que Zapatero sea más valiente con ETA que con el Estatut. "España asume mejor al País Vasco que a Cataluña" La angina de pecho le ha vuelto revitalizado el sentido del humor -"cuando me llamó mi madre para que le explicara lo del voto nulo me dije: esto no funciona estamos rodeados". ERC va a pedir un NO bajito, casi tierno, no de cabreo, bajo el lema "Diguem no", del histórico Raimon. Podrìa haber sorpresas viendo como socioaistad de toda la vida apoyan el no... Al presidente ZP y a Maragall les ha dicho que los consejeros de su partido no harán campaña; que se dedicarán a gobernar. Sólo los líderes de ERC participarán en la campaña. Saben que incluso su negativa puede favorecer la participación y tienen claro que el referéndum no está en peligro. Están preparados para unas elecciones anticipadas pero no para dejar el tripartito. "A nosotros nos gustaría apoyar un gobierno tricolor y de izquierdas y no nos vamos a ir del Ejecutivo; nos tendrán que echar pero hoy por hoy somos imprescindibles. Yo soy el presidente de u partido político, no de la una ONG. Y or tanto nos interesa el poder". Chaqueta cruzada, camisa azul y corbata azul verdosa, haciendo juego; tono comedido y tactismo político en las venas. Todo es posible en Cataluña menos pactar con el PP. Carod será siempre un socio incómodo pero como adversario político es una pesadilla. Sabe que cuanto más le ataquen desde el PSC y CiU más réditos políticos le esperan. Y es consciente de que él es una "maquina de votos". Por tanto, su estrella brilla con luz propia en Barcelona y Madrid. Todavía. "La presión que soporta el Tripartito por tierra, mar, aire y espacio subacuático, no nos va a hacer cambiar de estrategia ni a largo ni a corto plazo". Y añade. "Los lectores socialistas pasarían factura a un gobierno CiU-PSC; tendrán que explicar por qué han abandonado una posición de izquierdas y progresista". Entiende que Cataluña es una nación; el estado es cuestión de tiempo. "Todo el espacio público ha sido invadido por el Estatut pero hemos legislado mucho y bien; ejemplo: el paco de estado de educación, o las leyes sobre mejoras sociales para los catalanes". Tiene conciencia de que todo lo que pasa en Cataluña (e incluso en Madrid) pasa por ERC. Dialoga asiduamente con el presidente ZP -"siempre respeta nuestras posiciones"- y considera que en la hipótesis de que no se aprobara el texto en Referéndum "sería democrático y nosotros estamos dispuestos a gestionar ese no". Como buen dialéctico trastoca la inestabilidad vivida por una provisionalidad que debe acabar en las urnas. Cuando escribo esta crónica, Carod y amigos (Manuela de Madre -"dame la manita, Pepe Luis"-, Ridao, Iceta, Mas, Burgalló, Benach y Maragall están asistiendo desde la tribuna de invitados del Senado al último debate. El presidente José Luis Rodriguez Zapatero intervendrá en cualquier momento para bendecir el Estatut. Si alguien nos hubiera dicho, a estas alturas de la película que el parto hubiera sido tan doloroso, no nos lo creíamos. Pero aquí estamos, pariendo una nueva constitución para Cataluña. Unos creen que durará una generación; otros que nace abordado. El pueblo catalán tiene la voz y la palabra el 18 de junio. Previsiblemente, el TC tendrá que intervenir al final del final del trayecto. En todo caso, desayunando con Carod hemos aprendido que la historia hay que escribirla todos los días. De momento, parte de los catalanes, el PP, el tripartito y el Gobierno de España no hemos despejado horizontes sino que seguimos instalados en la inestabilidad. Carod -a lo mejor no le falta razón- cree que se trata de un asunto provisional, puntual. La solución se escribe, eso sí, en las urnas. La incertidumbre se combate con más democracia. Carod confesó -se me olvidaba- que no cree en el federalismo... sí en la España plural. Pero nadie nos explica qué es eso.