la 'pájara' de don mariano / antonio regalado

Tras el triunfalista discurso del presidente Rodríguez Zapatero - 'el gobierno se muestra razonablemente satisfecho pero no conformista ante la situación de la Nación -terminó- porque el proyecto que represento nunca alcanzará su cota de ambición para con España'- los populares se frotaban las manos porque presumían que Rajoy lo dejaría 'colgado' en el Tourmalet del Debate. Pero, por la tarde, a don Mariano, le entró miedo escénico en el cuerpo, se arrugó, le dio la 'pájara, se enredó con el árbitro casero Manuel Marín y aunque hubiese dispuesto de todo el tiempo del mundo, no hubiera enderezado un mensaje que nació muerto. Ni una idea-fuerza. Ni una frase que albergara esperanza… o ironía. ¿Le han dado la espalda los dioses? La verdad es que lo tenia fácil porque Zapatero en la réplica y dúplica - ambas escritas de antemano como el propio líder de la derecha- estuvo marrullero, plúmbeo, y efectista. Se sacó datos y porcentajes para inundar el hemiciclo y los entremezcló con habilidad torticera pensando sobre todo en los telespectadores de la 2 y en los titulares del día después. Alguien debería investigar a cuánto 'pagó' la frase de 'los profetas del desastre y el desastre de los profetas' -o algo parecido- pero su momento cumbre estuvo al subrayar -mirando hacia atrás con ira- que "la verdad, señor Rajoy, es que usted no tiene ni idea de lo que realmente es España". Si hubo pacto previo o no para dejar aparcado el asunto de la negociación con ETA, no lo sabemos; pero podemos constatar que el líder popular dejó pasar una ocasión de oro para equiparar las expectativas con las del partido del gobierno de cara a las generales. En política cuando no se avanza siempre se retrocede. Y el segundo es siempre un perdedor seguro. ¿Y quien se acuerda de los segundos del Tour, en la vuelta o en las elecciones generales? Nadie. Por muchos aplausos que le dirigió su bancada, Mariano Rajoy tuvo una de las peores tardes parlamentarias de su vida. Digamos que jugaba la final de Rolland Garrós y se le encogió el brazo. Cuando llegó al día siguiente al Congreso, le consoló como pudo su escudero Ángel Acebes. Llegaba con la depresión a cuestas y no era para menos. El espectáculo que dio el presidente -huidizo, demagogo, instalado en el pasado- no se recordaba en los nueve Debates anteriores. Y Mariano falló. La verdad es que no hubo ni debate, ni auscultación del estado, ni se le tomó la temperarura a la nación. Todo fue un espejismo mediático. Preocupante es que tengamos un gobierno que sabe de dónde viene pero que no sabe a dónde se dirige. Pero inquieta también que un partido que ha conseguido la firma de 4,030 millones de ciudadanos, no sepa criticar los errores del ejecutivo (léanse los periódicos todos los días) y no presentara ni una alternativa de cambio. Mismo lenguaje, misma sequía. Inmigración, delincuencia, educación… Nada novedoso. ¿Qué pasa con el agua, con la energía nuclear, con la inflación, con los fondos europeos, con la droga, con las mafias, con las lagunas legales, con la juventud, con la vivienda, con Afinsa y Forum Filatélico? Porque los afectados estaban en la calle gritando a ZP. ¿Por qué no los escuchó previamente el PP? Los cabreados eran en su mayoría jubilados de la Peugeot que habían invertido en sellos sus pensiones. Volverán cada martes a manifestarse entre Sol y la Carrera de San Jerónimo. Confiaban en que el PP fuese la voz de su atropello. Decepcion. La sombra del Estatut y la legalización de Batasuna lo neutralizan todo. La puñalada trapera del PSE anunciando que se reunirá con Otegui un minuto después de que Zapatero informe en el Congreso de la negociación con ETA confirma que la derecha sigue instalada en el acomplejamiento, en la inacción y que no aprende nada de las deslealtades. ¿Por qué tejió el PP un manto de olvido sobre el 11-M, sobre los errores del incendio de Guadalajara (11 muertos) o la detención de los dos militantes en el "caso Bono'? Mariano no es un dirigente de este tiempo ni de este mundo. Una ocasión fallida aunque denunciara los parches políticos y augurara tormentas perfectas. Pero el ganador de los últimos combates parlamentarios hizo nulo. Y eso se traduce en una derrota sin paliativos en un aspirante. En pasillos, algunos de los suyos, le ven ahora menos líder. ¡Será el cartel electoral en 2008? Dependerá en parte del éxito de 2007. Locales y autonómicas. Antes hay que pasar por Cataluña. Estamos en la cuenta atrás de un año interminable. Por lo escuchado al restro de oradores puede facilmente deducirse de que este espectáuclo sirve, especialmente, para que el gobierno, el partido que le sustenta y sus satélites aprovechen la ocasióón para posicionarse y disparar todos 'contra el PP'. En este tipo de aconteceres políticos debería estar marcado el espacio y el tiempo -de Debate a debate, de año a año, - para que realmente conociéramos cual es el estado actual de salud del Estado y de la Nación y no las comparaciones con lo que cada cual dejó de hacer en el pasado. Otro año será... Pero a lo peor hablaremos en otro de debate, de otros estados y de otras naciones.... Lo que llaman Zapatero y los "galeuscos", la España plural.