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Bahía de Ítaca

los visigodos toledanos (III) / antonio regalado

   Iglesia y Monarquía se co-fundieron en un poder político que ha condicionado el devenir de España en los últimos 1.500 años.  Khintila, es el primero en exigir a la Iglesia que el  V Concilio de Toledo le ratifique su apoyo y le garantice protección para él y su familia más allá de la sucesión. El rey reparte tierras y otorga bienes a sus fieles con derechos hereditarios; con ello, la casta palatina se garantiza los privilegios.  La Iglesia se beneficia al recibir no solo tierras sino sirvientes para cuidarlas.   

Las purgas por la pureza de sangre alcanzaron a muchos nobles hasta que Recesvinto les restituyó las libertades pero no los bienes confiscados por su padre, Kindasvinto. Estos bienes incautados se los queda el propio Recesvinto pero no para sí,  si no como patrimonio real. Por vez primera, el rey es el hombre más rico del  reino. Este monarca hizo público el ‘Foro iudiciiarum’, el texto legal que reunía en un solo cuerpo el derecho de los visigodos. Desaparece, pues, de hecho, la segregación jurídica entre hispanos y godos. Tres siglos más tarde se rebautiza como el “Fuero juzgo”, con jurisdicción en Portugal, Galicia, Asturias, León y Castilla.      

Las diócesis eclesiásticas sirven de modelo para el nuevo estado. Sobre el sistema provincial romano, Recesvinto coloca al frente de cada diócesis un (dux) 'duque',  como máximo jefe militar y civil; por debajo, uno o varios (commes), 'condes', encargado de circunscripciones menores que tendrá a sus órdenes a funcionarios encargados de impartir justicia y de recaudar tributos. Ha nacido la moderna administración estatal. Y la nobleza.  A su muerte, en el 672, el reino visigodo de España se halla en su apogeo, en paz y cohesionado en lo religioso y en lo civil.               

Nos guste o no, los españoles somos herederos directos de los visigodos toledanos.  Aparte de pelear para mantener las fronteras con cántabros, vascones, suevos, vándalos y alanos ¿a qué dedicaban sus mejores energías? Sin duda, si tomamos como cabeza del reino toledano a Leovigildo, enseguida comprendemos que primero su hijo Hermenegildo, que hubo de exilarse a Sevilla y luego su heredero Recaredo, estaban posicionándose en el futuro. Y el futuro era la connivencia con la nobleza hispanorromana de mayoría católica. La siguiente centuria va a ser la de de la consolidación de una cultura político-religiosa  hegemónica en la mayor parte del territorio nacional y muy unida a la Iglesia. Pareciera que  ambas instituciones persiguen la idea común de  “un estado unitario, una misma religión”.    

Las tierras se van quedando en pocas manos y con esclavos suficientes para cultivarlas. Las hambrunas permiten a los terratenientes ceder parte de sus tierras a agricultores que les pagan el diezmo de las cosechas. Y así, van naciendo los colonos con protección de los señores; éstos a su vez  reafirman su autonomía frente a los reyes. La tierra se mantiene o se aumenta mediante el matrimonio ‘sortes’ y ‘consortes.    

 Si partimos de la base de que los visigodos apenas dejaron nada escrito –no eran un pueblo culto, aunque hablaran latín-  y de que sus yacimientos no han sido estudiados en profundidad, llegaremos a la conclusión de que  las noticias son bien escasas.    

 La producción artesanal y el comercio comenzaron con la cerámica. Trabajaron la piedra, los sarcófagos que se conservan tienen aire bizantino; trabajaron la joyería, en bronce de lujo también con esa tendencia, muy propia de los pueblos germanos.  Oro, plata y pedrería fueron  los materiales empleados para crear joyas, normalmente de encargo. La medicina privada tuvo una relevancia especial en esa época donde, en combinación con la iglesia se comenzó la construcción de escuelas y hospitales para peregrinos y enfermos. El clero ostenta en exclusiva la enseñanza de las Sagradas Escrituras y la patrística.  Se relacionaron con el exterior a través de los puertos fluviales del mediterràneo y Atlántico (Lisboa) y de los ríos navegables como el Ebro y el Guadalquivir. Acuñaron monedas en oro: el triente.  En esta época visigótica se insituyen tambien los préstamos y los créditos. Los judios se confirman su sabiduría como banqueros y comerciantes. 

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