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Bahía de Ítaca

con todos los avales / antonino regalado

      En la plaza de la Marina Española, el cielo amenazaba lluvia. En el interior del hemiciclo, cuatro y cinco minutos de la tarde, el pleno del  inicio de este nuevo periodo de sesiones se  abría con un “sí, juro” de la nueva senadora de la Comunidad de Castilla-La Mancha, Maria Dolores de Cospedal Garcia.  Un sí pleno de convicción.  

     Tras recibir la salutación del presidente, Javier Rojo, cuando regresaba a su escaño –flanqueada por el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, y por el senador popular toledano Agustín Conde, salió a su encuentro el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy,  que le espetó dos besos y un abrazo. Es la primera vez  que un presidente del PP avala a una senadora de su grupo, dando a entender con ello que la respalda totalmente en la nueva andadura como líder de Castilla-La Mancha. Los aplausos de la bancada de la derecha se prolongaron hasta un minuto. Los parabienes llegaron desde todos los ángulos.        

   Maria Dolores de Cospedal, lucía un moreno intenso que resaltaba sobre su traje color pistacho. Le arroparon el secretario general, Vicente Tirado,  - más emocionado que la “neófita”-  y decenas de amigos llegados de las cinco provincias.                En pasillos, ante la prensa, habló de orgullo, responsabilidad, y reconoció que el aval del presidente nacional le aporta un valor que le llena de fortaleza. De sus palabras reiteró que ha venido para quedarse en nuestra tierra: “Mi estancia en el Senado de España –precisó- no tiene otra misión que la de defender los intereses de los castellano-manchegos".  Esta candidata gana en las distancias cortas. También dejó dicho en su primera comparecencia que “voy a representar a todos; si alguien tiene un problema en Castilla-La Mancha y que cree que se puede defender en  la Cámara Alta, quiero ser su portavoz”.  Al terminar su exposición ante la prensa, los senadores populares por Madrid, la aplaudieron fervorosamente. Se fundieron los cuatro en un abrazo.    

   La candidata a la Junta de Comunidades se siente apoyada por sus militantes, por el PP y por el líder. Cuando le preguntamos qué le susurró Rajoy  mientras le abrazaba,  subrayó: “Ahora, a trabajar; a trabajar más”.  Esta mujer no defraudará.  Afuera, seguía sinllover a cántaros.   

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