Blogia
Bahía de Ítaca

tiempo de oportunidades / antonio regalado

Martes, 10. Mediodia. Llegó la hora de la verdad. Acusa el PP al PSOE de traición por anunciar el debate sobre el estado de la Región a contratiempo. La experiencia enseña que siempre se ha celebrado en torno a la fiesta del Pilar. Y que la estrategia  –el portavoz José Molina habló de trasladarlo a noviembre- no tiene por qué necesariamente separase del oportunismo político; de nada vale, pues, parapetarse ahora en la ingenuidad. Cada debate es una oportunidad. Para el gobierno, para la oposición y en especial para los contribuyentes. Lástima que la candidata Maria Dolores de Cospedal no pueda enfrentarse, cara a cara,  al presidente José María Barreda. Será Ana Cristina Guarinos quien de réplica en nombre de los populares.
   ¿Qué esperamos los castellanomanchegos de esta edición? Que se tome el pulso a los problemas reales,  que se estudien los síntomas y que se aplique el diagnóstico. Y, lógicamente,  que no sea peor el remedio que la enfermedad. Los ciudadanos sabemos que ni el gobierno es el problema ni la oposición la panacea. Tan sólo deseamos que ambos nos faciliten oportunidades para cumplir con nuestras responsabilidades de seguir mejorando nuestras vidas y haciendas, día tras día. Desterremos la demagogia. Más sociedad civil. Menos intervencionismo.
  
  Queremos que los dos grupos mayoritarios no se enmarañen en asuntos del pasado. Que, pese a ser asuntos nacionales, no se enreden en el 11-M, en el mal llamado “proceso de paz”, en el Estatuto de Cataluña –ya en el Tribunal Constitucional-, en las Opas y ‘contraopas’ eléctrico-constructivas o se retrotraigan a la foto de las Azores.
   No, los castellanomanchegos, de Hellín a de Molina de Aragón, de Talavera a de Masegosa y de Toledo a Almodóvar queremos  que se discuta lo que nos ocupa hoy para que no nos preocupe mañana. Queremos saber todo sobre la recta final del Estatuto –la nueva autopista para transitar juntos los próximos 25 años-, sobre la vivienda y los impuestos. Queremos que se debata  el papel de unas Cortes más cercanas que controlen al Ejecutivo y permitan más iniciativas ciudadanas y verdaderas comisiones de investigación cuando la cuestión sea grave.
   Nos gustaría escuchar planes concretos para transformar nuestros campos sedientos en vergeles; por tanto, el agua debe ser protagonista principal. ¿Qué horizontes tienen los hombres y mujeres que cuidan nuestros montes, viñedos y olivos con una Europa volcada en dirección este?
  Nos preocupa la reconversión eléctrica verde, la violencia en las aulas, las desigualdades en I+D+ i,  los jóvenes que ahorcan los libros,  la falta de oportunidades entre el campo y la ciudad, los estafados de Afinsa y Forum Filatélico, los ganaderos, los pensionistas que viven solos, los parados de larga duración; esperamos respuesta para  los sectores más desfavorecidos –mujeres maltratadas, solteras con hijos, divorciadas, drogadicción, alcoholismo-, y  los nuevos vecinos inmigrantes llegados  de África o Rumanía. Las pymes necesitan ayudar para ayudarse àsí mismas al igual que los autónomos.
Aquí nos interesamos por las personas y por los paisajes
  Castilla La Mancha –queremos oírlo en sede parlamentaria- es tierra de esperanza y promisión, para los que nos hemos  quedado   y para los que vienen de fuera. Nos gustaría que PP y PSOE alcanzaran pactos de “Estado” sobre la sed de nuestra tierra, sobre cómo romper las cadenas de la incomunicación en las infraestructuras –incluyendo las nuevas ‘supervonas’ de la información-, sobre el ensanchamiento de derechos, deberes y libertades. PSOE y PP nos podían dar una lección política descentralizando decisones hacia las diputaciones y ayuntamientos y sobre cómo arrancar de cuajo las sombras de corrupción derivada de la especulación del suelo que terminará minando la moral colectiva.
   En resumen, los populares deberían presentar una batería de propuestas creativas y los socialistas comprometerse en dar pasos hacia delante para mejorar y avanzar en todos los sentidos.
   Nos gustaría escuchar conceptos como trabajo, valores, fe, lealtad constitucional, esfuerzo, responsabilidad, coraje, valentía, unidad, solidaridad, revolución  y esperanza.  Y nada nos satisfaría más que los dos partidos hegemónicos –sus 47 diputados- no olvidaran que son mercenarios del pueblo y que al pueblo se deben en cuerpo y alma. Si, además, impregnaran sus compromisos de espíritu comunero, los herederos de Padilla se los agradeceríamos.
   Finalmente, alcanzar un pacto  por el rearme moral y colectivo serviría de puente colgante hacia los comicios de primavera para ganar juntos la segúnda década de este siglo.   Es  hora de cambios,  alternativas y compromisos. Pero sobre todo, de oportunidades. Lo mejor, seguro,  está por llegar.

0 comentarios