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Bahía de Ítaca

el pacto por el agua / antonio regalado

   Agua, financiación y derechos de ciudadanía son los tres pilares sobre los que se está construyendo el nuevo Estatuto que se mejorará con las aportaciones realizadas en sede  parlamentaria por los colectivos profesionales, cívicos, económicos y sociales. Escuchar a todos es un síntoma de que las cosas se están haciendo bien porque Gobierno, PSOE y PP trabajan juntos y en la misma dirección.  Ahora hay que traducir esas comparecencias, analizar las nuevas ideas  y convertirlas en un corpus legislativo.  EL estatuto debe ser el espejo en el quede reflejada la sociedad castellanomanchega del siglo XXI.  

El presidente de las Cortes, Fernando López Carrasco, estima que el texto podría estar aprobado a finales de febrero; para ello habrá que habilitar parlamentariamente el mes de enero. El ‘overbooking’ del Congreso –donde se ultima el Estatuto de Baleares y esperan turno ya los de Aragón y Castilla y León-, y su paso obligado por el Senado, permiten vaticinar que no estará aprobado para las elecciones del 27 de mayo.  

 Dado el debate que ha suscitado en las comunidades de Levante, cualquier observador imparcial puede aventurar que será la idea-fuerza más consistente para la campaña electoral.  La pregunta que debemos formular a continuación es si en Ferraz, 80, sede del PSOE; en Génova, 13 sede del PP y en el Palacio de La Moncloa, residencia del presidente del  Gobierno de la Nación se han leído el texto y más concretamente en lo referente a la suspensión del trasvase del Tajo al Segura en 2015. La fecha está calculada para que las otras alternativas  hayan entrado en funcionamiento; por ejemplo, las desaladoras anunciadas por el Ministerio de Medio Ambiente como el remedio más eficaz para justificar el ‘decretazo’ de demolición del Plan Hidrológico Nacional, el PHN.   

Los argumentos políticos y jurídicos que asisten a Castilla-La Mancha como cuenca cedente los defendió con firmeza y claridad el presidente J. M. Barreda en la televisión pública estatal frente a su homólogo murciano Ramón Luís Valcárcel. Nuestro presidente reiteró que el agua del trasvase ni calma la sed de los pueblos del camino ni de nuestros campos. Y la solidaridad bien entendida tiene que empezar por beneficiar a los pueblos ribereños de Entrepeñas y Buendía.  Reconforta comprobar cómo la presidenta regional popular María Dolores de Cospedal defiende en público y en privado los mismos argumentos. Y con la misma pasión.   

El asunto se presenta políticamente difícil, socialmente complejo y económicamente desenfocado. Hay que explicarlo antes que anadie a los ciudadanos. La petición de auditorias para saber a dónde va cada litro que llega al oeste no es una cuestión baladí. De ahí la importancia de propugnar un nuevo Plan Hidrológico Nacional que tenga en cuenta a las Comunidades Autónomas.    

La guerra abierta por los socialistas y populares -murcianos y valencianos-  contra los populares y socialistas castellanomanchegos, augura que es más necesario que nunca un pacto en la cumbre entre Mariano Rajoy y José Luís Rodríguez Zapatero para que el Estatuto no naufrague en la Comisión Constitucional. ¿Llegarían a romper la disciplina de voto los diputados mediterráneos de ambos partidos en el Congreso y en el Senado? ¿Han sopesado PP y PSOE la crispación que se palpa hasta que el presidente Zapatero y el líder de la oposición no dejen de habitar en la ambigüedad, cuanod no en el limbo?    

El presidente Barreda tiene una ocasión de oro para exponer las razones que impulsan las nuevas dinámicas de la Región en el III Encuentro de presidentes que se celebrará en la Cámara Alta en la segunda semana de enero. Aunque en el orden del día figuran las políticas de  I+D+i y el medio ambiente, nada está más relacionado con este último concepto que el agua.     Además, el año que empieza sería una excelente ocasión para que el gobierno autónomo tenga asiento en el nuevo banco del agua previsto en el   proyecto  de Actuaciones para la Gestión y Utilización del agua –AGUA- y en los planes –el semáforo, concretamente- que se pondrán en marcha para regular las sequías de forma científica  y transparente. Ya les explicaremos en profundidad qué es, y cómo y cuando se pone verde, ámbar o rojo dicho semáforo  y se determina si se puede o no trasvasar con independencia de que llueva o caigan chuzos de punta.  El agua (Tajo-Guadiana) y el Estatuto,  necesitan un pacto urgente de los dos principales partidos. Pero ese consenso, esa unidad debe comenzar en ‘Los Gilitos’. Hacerlo bien es hacerlo juntos.     

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