lo que queda del año / antonio regalado

   LO que queda del año es esa nube de humo sobre el cielo de Barajas que ha reventado la esperanza de la mitad de españoles que creyeron a pies juntillas en el pacto por la paz del presidente del Gobierno y en el  alto el fuego de ETA. Cuarenta mil toneladas de escombros sepultaron a dos ecuatorianos, a dos inmigrantes para los que se les rompieron todos los sueños el sábado pasado. La culpable, la única culpable,  es la banda terrorista vasca y nadie más. Ahora procede que los demócratas no nos enzarcemos en denuncias estériles y aprendamos la lección de que nos estamos enfrentando a asesinos. Hemos resistido y sufrido cuarenta años; solo en la unidad está la victoria final.   

Las condenas de los partidos castellanomanchegos y la de presidente de la Junta José María Barreda ya no son suficientes para enmendar el empecinamiento en el error. Zapatero ha decidido suspender –que no romper- el proceso. Es una decisión política controvertida.    

La pregunta que muchos ciudadanos se hacen en estas horas es ¿cuántos muertos (blancos y europeos) hay que sepultar bajo las bombas para que se rompa definitivamente este diálogo tan desigual? El terrorismo es un asunto de Estado y no debería condicionar la política regional, precisamente ahora que está con las ventanas abiertas de par.    Tras esta tragedia colectiva –hay que honrar a los muertos y los heridos- otros acontecimientos han marcado nuestras vidas en 2006. Para empezar, nada más destacable que la puesta en funcionamiento –sin inauguración oficial todavía- de la autopista de peaje AP-41 que une Madrid y Toledo. Objetivo: descongestionar el tráfico entre las dos capitales autonómicas. La carretera es vida, progreso y seguridad. No he podido resistir la tentación de gastarme 6.20 euros de mi bolsillo en hacer el trayecto. Una gran inversión en tiempo y comodidad.    

El acontecimiento político del año ha sido, sin duda, el acuerdo Gobierno, PSOE y PP para sacar adelante un Estatuto para Castilla-La Mancha que nos otorgará más competencias y más autogobierno. Por vez primera, el agua no se quedará en el camino; las responsabilidades se asumen con todas las consecuencias y, sin mirar hacia atrás, se negociará una financiación suficiente para que en unos años estemos en la banda alta de la Unión Europea , gracias a las políticas educativas, sanitarias y de vivienda. O, por decirlo con palabras del vicepresidente y portavoz García-Paje, el objetivo de ‘más agua, más dinero y  más confianza”.      

En esta recta final del debate, populares y socialistas están obligados a realizar un esfuerzo de unidad para mejorarlo  porque, de lo que se trata, como escribiera León Felipe “no es lo que importa llegar solo, ni pronto, sino juntos y a tiempo”.    Las Cortes han aprobado leyes pensando en los castellanomanchegos (Función Pública, Promociones Turísticas,  Ruta de don Quijote) y otras necesarias para enmendar el pasado como la de la Ley de Gestión ambiental o la implantación del Día del Medio Ambiente. La tierra, siempre la tierra, pone su olvido por medio.  Seseña ha sido la cuota regional  a las tramas de corrupción locales .  Como antídoto, más  ética más austeridad.            

El peso de la Junta de Comunidades y de sus administraciones subsume, en buena medida la labor del PSOE-PSCLM. A finales de mayo habrá que superar el ‘tramite’ electoral porque el Partido Popular, contra todo pronóstico, ha elegido candidata a Maria Dolores de Cospedal, una mujer que ha venido para quedarse. Los últimos nombramientos –tres mujeres para dirigir las políticas ganadoras de cara a los comicios del 27M- indican que sabe lo que quiere. Ya lo demostró desmarcándose de Génova, 13  y sumándose al “pacto por el Agua” al que aboca el Estatuto. El PP ha salido de su letargo. Las encuestas –a tan sólo 8-10 puntos de los socialistas- confirman que el cambio ha sido positivo. Los militantes sueñan que todo es posible. ¿Cuál es el poder en el partido? Los asesores insisten que ‘la presidenta es quien decide y delega’. El poder real de un candidato está en ‘ser el dueño’ de las listas. Estaremos vigilantes en las locales, autonómicas y  las generales de 2008.  Cospedal no va a perder las elecciones; habrá que ganárselas voto a voto porque entiende, como su amiga Loyola de Palacio que ‘sólo se pierden las batallas que no se dan.”      El presidente Barreda esperará hasta el último minuto para que le proclamen candidato; así, no transmite idea de provisionalidad. Ni de nerviosismo. Su mensaje de Navidad basculó entre la moderación y el optimismo. Su mensaje de extremo centro y ese deseo de implicar a toda la sociedad en la mejora de la calidad de vida, se entiende en toda su extensión y profundidad. El ha liderado la filosofía que anima la nueva Carta Magna regional en el sentido de que la solidaridad no está reñida con la reivindicación razonada y razonable  sobre esa riqueza llamada agua. El líquido elemento ha despertado la conciencia colectiva de los ciudadanos de que tenemos derechos y de que los derechos (fundamentales, y el agua lo es) no se negocian: se exigen.     

Entretanto, la OCM del Vino requiere, de nuevo la unidad de todos porque arrancar las cepas es arrancarnos la piel y cambiar el futuro y los horizontes por un puñado de euros. Hambre y desierto para mañana. La ley de Dependencia, firmada por todos los partidos,  es un reto para hacer más iguales a los que más lo necesitan.     

No ha sido un mal año visto desde la esquina del 2007 en esta cuesta de enero. Pagaremos más cara el agua, el gas, la luz, los transportes y las letras del piso,  pero de eso la culpa la tenemos todos: hay que volcarse desde todos los niveles en la búsqueda de un pacto por la Energía. Todo se mueve por energía. Y el amor, la palanca que movía el mundo, ya no es suficiente. Que sean felices. Lo más hermoso de la vida es gratis.  Lo mejor está por llegar.