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Bahía de Ítaca

presidentes en la cumbre / antonio regalado

  La III Conferencia de Presidentes debatirá el jueves en el Senado, las políticas de colaboración entre el Gobierno de la Nación y los de las CCAA en materia de I+D+i, hídricas,  inmigración y medio ambiente. La cumbre llega en el peor momento. Zapatero sigue empecinado en el error de alcanzar la paz con más determinación que nunca. No fue suficiente el ridículo de sus comparecencias de fin de año. Tras su descanso eterno en Doñana reapareció con los mismos tópicos de indigencia intelectual: “La justicia- dijo engolando la voz- es un instrumento fundamental para la paz y el final de la violencia”. Muy profundo, tío. Mira  como tiemblan Ternera y Otegui.   

 Poco le ha durado al profeta ZP el capotazo de Rubalcaba que tuvo el coraje de decir, en su ausencia, que el proceso estaba roto definitivamente. Ahora demanda el concurso de todos, para volver a empezar. Como diría Borges,  ‘ni bueno ni malo,  incorregible’.  Irá al Parlamento a pedir árnica para dar más hilo a la cometa de su egolatría herida.   

Pero situémonos en la mitad de la semana: los presidentes de las Autonomías regidas por el PP, se han quejado del poco margen de tiempo para renegociar un texto común. Asistirán en la seguridad de poder arrancar a Zapatero fondos  para la inmigración, otro problema impulsado por nuestro  paladín de la Alianza de las Civilizaciones.      

En este escenario hacia la España plural divisamos las reformas de  ocho estatutos El agua ha enfrentado ya a socialistas y populares de unas comunidades con populares y socialistas de otras. El blindaje del Ebro; las competencias (exclusivas) andaluzas sobre el Guadiana o el fin del trasvase Tajo-Segura, previsto en el texto  castellano-manchego  son algunos de los contenciosos que estarán en las exposiciones  de los presidentes regionales. Problemas que ha creado el señor Zapatero tras  el decretazo del PHN.    

En fin, una conferencia condicionada por el coche bomba en Barajas (dos personas muertas y 40.000 toneladas de escombros) y con un presidente tocado en su credibilidad. Poco más, pues, que una foto, con el Rey.    

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