ni un paso atrás / antonio regalado

     José María Barreda  se presentó ante la prensa al término de la III Conferencia de Presidentes, noche cerrada, con la asignatura del agua aprobada. Sus convicciones emanaban del mandato por unanimidad  de las Cortes y de  los compromisos, socialistas y populares, con el nuevo Estatuto. Cumplió su palabra de defender en el Senado, lo mismo que prometió en Toledo: “hemos bloqueado – recalcó- el intento de resucitar el trasvase Tajo-Segura tal y como fue concebido y tal y como está funcionando ahora”.   

El presidente lamentó que el acuerdo haya sido de mínimos –se ha creado una comisión sectorial del agua- por la incomprensión –explicó- de los presidentes de Valencia y de Murcia. “Me he opuesto radicalmente  -dijo ralentizando la frase- a que se hablara en términos de santificar y eternizar el trasvase. Y luego se preguntó en voz alta: “¿Cómo vamos a estar representados? Al máximo nivel.  Precisamente mi oposición frontal al trasvase y al cierre para 2015 no se ha cuestionado ni con argumentos ni razones; eso ha hecho posible que avancemos”.  

El agua, junto al cambio climático,  volverá a ser protagonista  en la IV edición de estos encuentros en la cumbre (no políticos, ni jurídicos, sí institucionales) y  que se han valorado como muy útiles para vertebrar y coordinar las políticas del Estado y de las Comunidades Autónomas; en especial porque vivimos en un estado social, democrático y de derecho pero, asimismo, en un Estado de las Autonomías como recalcó también el presidente Barreda.    Para ello, se ha comisionado a la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre; al  presidente de Rioja, Pedro Sanz; al de Andalucía, Manuel Cháves y al propio Barreda para redactar la normativa  y el protocolo por las que se regirá a partir de 2008.  Políticamente este cometido es importante para el presidente regional y candidato a la Junta el próximo mes de mayo. Ya le confió el pasado mes de septiembre el PSOE la presidencia de la Conferencia Política para un “tiempo de cambio”. Como adelantaba el presidente del Gobierno de la Nación, José Luís Rodríguez Zapatero, “este organismo –exclusivo de los estados federales-  servirá para alcanzar más acuerdos, más compromisos y para cumplirlos”.    

En la inmigración no se han conseguido avances espectaculares pero sí se ha creado un órgano común: la agencia de Inmigración y emigración donde todos los gobiernos comunitarios tendrán voz y voto.    Como adelantábamos aquí el pasado miércoles el brutal atentado de Barajas condicionó el resto de debates. Las respuestas a la política contra ETA las tendremos, mañana, en las calles de Madrid y de Bilbao, y el próximo lunes, en el Congreso de los Diputados.   En lo que sí ha habido consenso –y muy amplio aunque apenas ha trascendido- ha sido en materia de I+D+i. El Plan Nacional que se dará a conocer en junio –y que se denominará  Euroingenio- prevé un mapa de grandes infraestructuras científicas y tecnológicas que afectarán desde la banda ancha a la cooperación medioambiental, dotado con más de 5.000 millones de euros. El presidente castellano-manchego no habló del dinero  que corresponderá a nuestra comunidad pero sí de los dos proyectos a los que irá destinado: la generación de energía solar fotovoltaica de concentración –sinceramente, para un hombre de letras como yo es demasiado profundo- y el desarrollo del hidrógeno como nuevo combustible;  ambos, en el parque tecnológico de Puertollano.   

En definitiva, el presidente regresó tarde a casa pero satisfecho tras casi diez horas de discusiones en un foro que simbolizaba a la España plural.  No se ha dado, pues, ni un paso atrás en el asunto del agua. Barreda lo explicitó con mayor precisión: “No hemos retrocedido ni un milímetro”. El agua nos une más que nunca. Toda una filosofía de lucha colectiva. Pareciera que hemos descubierto oro negro en la mitad de la llanura manchega y castellana.