Blogia
Bahía de Ítaca

marcha azul sobre madrid / antonio regalado

La manifestación más importante de la democracia
La ‘marcha azul’ encabezada por el PP rompe el  “el cordón sanitario” del PSOE y pide la dimisión de Zapatero
- Más de dos millones de españoles salieron a la calle para protestar por la política antiterrorista
- Miles de banderas nacionales ondearon con fuerza en la tarde madrileña junto a las de las CCAA y como símbolo, el lazo azul, exigiendo libertad.                     
  - El himno nacional impresionó e emocionó a los convocados por Rajoy.
  -  “Volved a casa y contad  lo que habéis visto; decid que os  sentís orgullosos de ser españoles”.
M. Antonio Regalado
ES-PA-ÑA! ES-PA-ÑA! y ¡ZA-PA-TE-RO, DI-MI-SION! fueron los eslóganes más coreados en el transcurso de la manifestación. Masiva repulsa  a la política antiterrorista del Ejecutivo. Los gritos se escucharon  en un área de cinco kilómetros a la redonda hasta oírse en el Palacio de la   La Moncloa.  
   Cientos de miles de ciudadanos, una auténtica rebelión cívica llegada de todos los rincones de España, secundaron al gran lazo azul de 30 x 15 metros portado por las nuevas generaciones del Partido Popular, mientras aclamaron ayer en la Plaza de Colón de Madrid a Mariano Rajoy, presidente del  PP, que los había convocado para protestar por la excarcelación del etarra José Ignacio de Juana Chaos. Y todos a una le han dicho alto y claro al presidente Zapatero ¡basta ya¡ Basta ya de hacer concesiones a ETA. Nada de resignación ni de plegarse a las exigencias de los asesinos
   Rajoy dijo lo que los asistentes querían escuchar. Denunció los compromisos del Gobierno con ETA. “Es el peaje que Zapatero está pagando para poder negociar. No queremos la paz de Otegui, la paz de los canallas; ETA no nos dejará en paz, quiere Navarra, quiere la amnistía, quiere la independencia”. Rajoy fue ahogado por la muchedumbre con gritos de “Navarra es España” y “España unida jamás será vencida”. Especialmente aplaudido fue también cuando dijo: “hemos venido a decir no a esa burla de la ambulancia y a todo lo que se oculta tras la claudicación; ETA no quiere la paz, quiere la victoria; ha descubierto un gobierno débil y quiere aprovechar la ocasión”. El auditorio interrumpió con un  ¡Todos a una, fuera Batasuna¡  La ausencia de Miguel Angel Blanco y la presencia de Ortega Lara fueron un referente para la memoria colectiva de este país.  ¿Reverdece el Espíritu de Ermua? Parece que sí. “Estamos hablando de España”, sentenció el presidente popular. “Convoco a todos a defender la nación española. Volved a casa y contadlo. Contad lo que habéis vivido y visto. Y ahora, si no estáis roncos, gritad conmigo. ¡Viva la Libertad ¡ ¡Viva España!”. Y el himno nacional sonó rasgando el corazón de la tarde noche de Madrid.
Indignación colectiva
       La indignación colectiva por los beneficios extraordinarios concedidos al mayor genocida de ETA –que no se ha arrepentido nunca de sus crímenes- se manifestó con moderación pero con firmeza  en el corazón de Madrid.
    La manifestación constituyó una gran fiesta democrática que comenzaba a mediodía cuando miles de personas inundaron las calles céntricas de la capital del Reino. Los visitantes pintaron de color rojo y gualda –los colores de la bandera de España- la tarde madrileña y,  poco a poco, se fueron sumando enseñas de las Comunidades Autónomas. Banderas del País Vasco, de Asturias, de Navarra –muchos navarros-, de Cataluña, Galicia, Valencia y Murcia; alguna enseña de Castilla y León hemos visto –no muchas- pero el espectáculo era ver la marea humana que bajaba de Cibeles por Alcalá hasta el punto de encuentro. La suma de todos. Igualdad y solidaridad sin límites se respiraban en el ambiente.
    Hablando con la gente, sin intermediarios, se podía palpar que los congregados estaban convencidos de que el presidente del Ejecutivo no cuenta toda la verdad y de que sigue negociando con la banda terrorista vasca a pesar del atentado con furgoneta-bomba en la T-4 de Barajas, el pasado 30 de diciembre, en el que murieron dos inmigrantes ecuatorianos. 
     Nadie entendía ni comprendía ayer la ‘razones humanitarias’ alegadas por el presidente del gobierno. “Yo le voté el 14-M; y me ha engañado”, confesaba a TRIBUNA un malagueño cincuentón. Un murciano de dinamita, al inicio de la manifestación, le gritó al líder popular: ¡“Rajoy, somos de Lorca, el domingo no lo dejamos entrar [a Zapatero] allí; allí solo entras tú”. Rajoy sonrió. El padre de Miguel Angel Blanco no quiso ningún protagonismo. Nos dijo a los periodistas que confía en que el presidente rectifique.  
Cariño a las víctimas de ETA
   Emotivo resultó el paso de la pancarta de las víctimas del terrorismo que tan dolorosamente han soportado las humillaciones del Gobierno. Este bofetón de De Juana Chaos ha sido demasiado. Pero ahí estaban caminando, hombro con hombro, para agrandar la Justicia y la Dignidad. También estuvieron presentes las víctimas del 11-M. Tres años menos un día han transcurrido desde aquel infierno de trenes reventados, y aún están confundidos con el juicio y esperando saber la verdad. Y también en segundo plano, los responsables del Foro de Ermua, ese faro que encendió con su sangre inocente Miguel Angel Blanco en aquel interminable verano del 97.  Veo a su hermana Mari Mar. A ninguno de estos colectivos les faltó el calor y el cariño.
    La cúpula popular y los barones territoriales escoltaron todo el tiempo a  Mariano Rajoy, el verdadero protagonista de esta jornada. A su lado, los concejales vascos amenazados por ETA: Pilar Elias, Angel Olaso, Iñigo Arcauz, Luz Anglada, Lucía Peralta, Javi Moreno y Rafa Olaizola.
Los servicios de orden trenzaron una cápsula de seguridad en torno al líder popular que prácticamente impedía acercarse a la cabecera.  Sí pudimos hablar brevemente con Ignacio Astarloa, secretario de Libertades Públicas del PP: “Estamos aquí para decirle alto y claro a este Gobierno que hay que acabar con ETA con la ley en la mano y para que el pueblo sepa que hay esperanza” .Esperanza Aguirre me hace un guiño resignado porque no puede decirme algo. La gente la reconoce y le grita ¡presidenta, presidenta! y la joven candidata del PP a la Junta de Castilla-La Mancha, Maria Dolores de Cospedal, se desahoga con el periodista: “Es una protesta creativa para que los españoles entiendan que hay un partido, el PP, que piensa en España, que descarta la derrota como opción y que cree en lo mejor de nuestro pueblo: en su gente”.
Lectura política
   Al analizar sociológicamente el perfil de los participantes de esta manifestación –una de las más numerosas de toda la democracia- no hemos visto a señoras con visón; no, solo gente corriente, normal, con miles de surcos en la cara, trabajadora, honrada, seria, sensata…  la España real, la clase de personas a las que convocó Rajoy.  
    Algo está cambiando en la epidermis de la sociedad española. Más allá de la guerra de cifras a la que nos tienen habituados la Delegación del Gobierno y la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid; más allá, decía, el presidente del Gobierno tiene que hacer una lectura política de esta ‘toma de Madrid por la derecha’ – ¡ya hemos ‘pasao’¡ se oyó serenamente- y reconsiderar sus decisiones sobre el terror y los terroristas; no porque no sintonice con el pueblo, -que ya se ve que no-, sino porque le pueden dar un disgusto cuatro semanas antes de que estalle el verano. Las urnas no engañan.
   Eran las siete y media en punto cuando Rajoy recibió el último aplauso de los congregados. Quizás estemos hablando  (políticamente) de un antes y de un después de esta multitudinaria cita en la arteria principal de la capital del Reino.

    Pancarteros y agitadores     Todos a una contra Zapatero      Los asistentes a la manifestación, parapetados en banderas nacionales –lo más heterodoxo que vimos fue la bandera rojigualda con el toro de Osborne- descargaron su indignación  con pancartas e improperios contra el presidente Zapatero, coreando eslóganes como éstos: “Zapatero, embustero”. “España merece otro presidente”. “Que vuelva a prisiòn;[en alusión a de Juana],  Zapatero dimisión. Ea, ea, ea, Zapatero se cabrea. Zapatero, cobarde, el pueblo está que arde. Zapatero, por razones humanitarias, vete ya. Y éste de doble intención. “Zapatero da la cara, no tengas tanta cara”. Y no podía faltar el del símil futbolístico: “A por ellos, oé; a por ellos, oé”.    A los portadores del gran lazo azul que abría la manifestación le escuchamos en la espera “: No nos da la gana, que libere a De Juana”.      Alguien gritó ¡Traidor! Pero nadie secundó el insulto dirigido  al presidente. Los otros más duros, lanzados al aire por algún espontáneo,  ahogados por muchos manifestantes  fueron: “este presidente es un delincuente” y “gobiernos socialistas, gobiernos terroristas”.     Las pancartas no eran muy ingeniosas. Las dos más comunes apuntaban: “Zapatero=ETA, caballo de Troya” y “En mi nombre, NO”.    El único que no habíamos escuchado, se desveló justo cuando Rajoy hablaba de que el Gobierno legalice Batasuna ( o alguna de sus listas blancas) de cara a los comicios del 27-M y que sonaba así: “¡Todos a una, Fuera Batasuna¡
-

0 comentarios